
El riesgo cibernético no es sólo un problema técnico, es un imperativo empresarial. Para un líder de Fortune 200 en servicios financieros y de datos, había mucho en juego. Como potencia mundial en un sector de alto riesgo, el CSO buscaba algo más que el cumplimiento estático de las normas. Se necesitaba un programa de riesgos cibernéticos modernizado que pudiera hablar el idioma de la empresa y salvar la brecha de comunicación entre el CSO y el CFO.
Publicado:
26 de agosto de 2025
Lo que lograron es un nuevo estándar de oro en la gestión de riesgos cibernéticos: un programa continuo y con base financiera impulsado por X-Analytics, creado no sólo para defender, sino para impulsar la toma de decisiones con confianza y la resistencia cibernética en los niveles más altos de la organización, incluida la presentación de informes eficaces de gobernanza de riesgos cibernéticos en la sala de juntas.
A pesar de las grandes inversiones en ciberseguridad y de contar con un equipo ejecutivo que la apoyaba, los esfuerzos de la empresa en materia de ciberriesgos se enfrentaban a un reto persistente: el director financiero pedía claridad presupuestaria. Cada año, las inversiones en ciberseguridad aumentaban, pero ¿cómo se traducían esos dólares en una reducción del riesgo y en beneficios para la empresa? ¿Cuál era la rentabilidad real?
Las herramientas de ciberriesgo heredadas y las evaluaciones estáticas no podían ofrecer una respuesta clara. El equipo de ciberseguridad era rico en datos, pero pobre en información contextualizada del negocio. Aunque la organización realizaba una evaluación comparativa de su programa de seguridad utilizando las Actividades (Seguridad y Riesgo) de Gartner y el Perfil 2.0 del Instituto de Riesgos Cibernéticos (IRC), no eran capaces de extraer orientaciones estratégicas sobre riesgos cibernéticos de forma continua.
Para hacer frente a este reto, la empresa implantó X-Analytics, una plataforma de gestión de riesgos cibernéticos que transforma los datos técnicos en resultados relevantes para la empresa. En poco tiempo, se convirtió en el cerebro operativo de su programa de ciberriesgos.
Primer paso del proceso: Orquestar dos marcos separados de riesgo y gobernanza:
Aunque ambos marcos se estaban implantando, carecían de cohesión y traducción financiera y, lo que es más importante, de contexto empresarial. Ahí es donde X-Analytics aportó un valor orquestado del riesgo cibernético que cambió las reglas del juego.
El equipo de X-Analytics combinó los datos cualitativos e inconexos de Gartner y CRI y proporcionó una visión contextualizada desde el punto de vista financiero de la exposición al riesgo de esta empresa, medida finalmente en un 0,9% de los ingresos. Para el director financiero, este valor representaba un punto de inflexión. Este valor proporcionó una línea de base clara y mensurable para comparar con otros riesgos operativos.
Al interconectar las actividades de Gartner con la evaluación Profile 2.0 de CRI, esta empresa de la lista Fortune 200 fue capaz de construir una visión contextualizada de la exposición al riesgo cibernético y, lo que es más importante, ofrecer una comprensión continua del riesgo y de cómo las acciones de mitigación eran eficaces para reducir el riesgo y aumentar la resiliencia.
El gasto en ciberseguridad pasó de ser un coste creciente a una fuente de confianza para los ejecutivos. Gracias a X-Analytics, este líder de servicios financieros de la lista Fortune 200 no sólo redujo el riesgo cibernético, sino que lo hizo medible, claro y estratégico. El director financiero obtuvo métricas empresariales para entender la ciberseguridad en términos financieros, mientras que el director de seguridad encontró un enfoque eficaz para transmitir los éxitos de la gestión del ciberriesgo al director financiero y a la sala de juntas. Un enfoque que se alinea con las recomendaciones de las normas de gobernanza cibernética de la industria realizadas por la Asociación Nacional de Directores Corporativos (NACD) para la presentación de informes eficaces de gobernanza de riesgos cibernéticos, lo que demuestra el poder de un lenguaje compartido entre los equipos de seguridad y el liderazgo, uno que se centra en la reducción del riesgo para fortalecer la resiliencia.
Esta historia de éxito de Fortune 200 no es sólo un hito, sino que establece el estándar para el éxito eficaz de la gestión continua de riesgos cibernéticos. Demuestra que cuando las organizaciones traducen la ciberseguridad en términos financieros, desarrollan estrategias de reducción de riesgos optimizadas para el negocio y se comunican en términos empresariales claros y comprensibles, pueden conseguir que las funciones de ciberseguridad dejen de ser un centro de costes y se conviertan en un activo estratégico para el crecimiento del negocio.