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Publicado:
22 de abril de 2025
Las nuevas tecnologías surgen a un ritmo vertiginoso, y eso significa que su estrategia de gobernanza de los riesgos cibernéticos tiene que ser lo suficientemente dinámica como para soportar los nuevos riesgos. Desde la computación en nube hasta la inteligencia artificial (IA), la única constante en ciberseguridad es el cambio. ¿Qué significa esto para los CISO y sus organizaciones? Comprender las amenazas emergentes y adoptar una estrategia proactiva de gobernanza del riesgo cibernético puede proteger a su organización de posibles brechas, interrupciones y pérdidas financieras. En este artículo, examinaremos el impacto de las tecnologías emergentes en el riesgo cibernético y discutiremos cómo desarrollar una estrategia de gobernanza del riesgo cibernético que gestione proactivamente estos riesgos.
En las últimas décadas, las nuevas tecnologías emergentes se han convertido en una constante. Desde el auge de Internet en la década de 1980 hasta la nube, el Internet de las cosas (IoT), la movilidad, la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (ML). Cada vez que surge una nueva innovación, los profesionales de la ciberseguridad han tenido que encontrar la manera de gestionarla eficazmente y aceptar que la única constante en la gestión de los riesgos cibernéticos es el cambio.
A pesar de ello, la metodología para gestionar el ciberriesgo sigue siendo la misma, independientemente de la tecnología o la amenaza que surja. El proceso y la estrategia de gestión de riesgos no cambian. Las organizaciones deben priorizar el desarrollo de una sólida estrategia de gobernanza del ciberriesgo que aborde las amenazas emergentes para garantizar que sus sistemas sean seguros por diseño.
Las tecnologías emergentes, como la IA, han introducido nuevos riesgos para las empresas. Esto incluye el riesgo operativo intrínseco asociado con la adopción de la IA, así como las amenazas externas de los ciberataques habilitados por la IA. Los CISO deben ser conscientes de estos riesgos de la IA:
La IA en ciberseguridad es un arma de doble filo. Mientras que el principal motor para que las empresas adopten la IA es la promesa de una mayor eficiencia y productividad, el aumento de la exposición que la acompaña puede paralizar las operaciones. El primer paso para una gobernanza eficaz de los riesgos de la IA es comprender algunos de los ciberriesgos más frecuentes. Entre ellos se incluyen:
Los ciberatacantes utilizan la IA para analizar montañas de datos y crear correos electrónicos y mensajes de phishing personalizados. Pueden suplantar el estilo de escritura y el tono de remitentes conocidos, como el director general o un compañero de trabajo, engañando incluso a sus empleados más cautelosos para que revelen información confidencial. Los atacantes también pueden utilizar la IA para crear falsificaciones profundas. La IA puede generar audio y vídeo realistas para suplantar la identidad, eludiendo sistemas de seguridad como el reconocimiento de voz.
La IA puede automatizar tareas repetitivas como el descifrado de contraseñas, lo que permite a los atacantes atacar desde dentro de las redes. La IA también puede eludir estas protecciones para crear malware sofisticado, de modo que los robos de datos o las brechas pasen desapercibidos.
Los modelos de IA entrenados con datos sesgados pueden perpetuar la discriminación en los procesos empresariales, como la contratación. Las empresas deben ser conscientes de ello y asegurarse de que sus modelos de IA cumplen la legislación contra la discriminación en aras de la transparencia y la rendición de cuentas.
La integración de la IA en vehículos autónomos y otros sistemas críticos puede plantear peligros físicos. Por ejemplo, una brecha en los vehículos operados por IA podría poner en peligro la seguridad de los pasajeros. La IA debe dar prioridad a la seguridad del sistema y a la seguridad física en este caso de uso.
La IA puede procesar una gran cantidad de información en cuestión de segundos, pero necesita la capacidad de pensamiento crítico que solo un ser humano puede ofrecer para determinar la exactitud de esa información. Las empresas deben ser conscientes de ello y asegurarse de que existen suficientes medidas de validación de datos para garantizar la exactitud.
La rápida adopción y el progreso de la IA superan el desarrollo de normativas de seguridad exhaustivas. Este vacío normativo agrava el reto de establecer una estrategia sólida de gobernanza del riesgo cibernético. Esto aumenta la probabilidad de que se produzcan brechas de seguridad e interrupciones.
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Comprender la naturaleza evolutiva de las ciberamenazas es fundamental para construir una estrategia sólida de gobernanza del ciberriesgo que mitigue cualquier amenaza emergente. Las tecnologías y amenazas emergentes son constantes.
En lugar de desarrollar una estrategia reactiva que se centre en amenazas específicas, construya una estrategia de ciberriesgos proactiva y global que se adapte a las amenazas emergentes a medida que se desarrollan. Este enfoque le ayudará a:
Al adelantarse a las ciberamenazas, fomentar una cultura de concienciación sobre los riesgos y adoptar un enfoque proactivo, las organizaciones pueden gestionar eficazmente las amenazas emergentes y reducir sus posibilidades de ser víctimas de ciberataques con poco o ningún esfuerzo.
Las organizaciones deben establecer una sólida estrategia de gobernanza del ciberriesgo para gestionar las amenazas emergentes. Base la estrategia en estos principios fundamentales:
Realice una evaluación de riesgos exhaustiva para identificar los posibles ciberriesgos asociados a las tecnologías emergentes en la infraestructura de TI de la organización, como las herramientas de IA, los entornos en la nube y las configuraciones remotas.
Evaluar y priorizar los riesgos identificados en función de su gravedad, probabilidad e impacto potencial en su organización. Priorice las inversiones en las áreas de mayor riesgo para maximizar el rendimiento del gasto en ciberseguridad. Nuestra guía para la priorización eficaz de los riesgos cibernéticos orienta a los CISO sobre la mejor manera de priorizar su estrategia de gestión de riesgos cibernéticos para minimizar el impacto en el negocio.
Establezca un comité de gobernanza del ciberriesgo. Incluya a empleados de distintos departamentos. Por ejemplo, las perspectivas jurídica, informática y empresarial sobre los ciberriesgos serán diferentes. Una vez que haya formado un comité, desarrolle políticas y procedimientos claros que aborden los ciberriesgos emergentes, el despliegue y la supervisión. La prioridad clave aquí es adoptar una metodología de gobernanza que vaya más allá de mantener el cumplimiento.
Desarrollar y aplicar estrategias para mitigar los riesgos prioritarios garantizando que las políticas y los procedimientos se ajustan a unas prácticas sólidas de privacidad y seguridad de los datos. Formar a los empleados planificando la transformación de la plantilla. Además, la organización debe invertir en soluciones de IA explicables y protocolos de seguridad para aplicaciones de IA críticas si utiliza IA.
Auditar periódicamente la infraestructura informática de la organización para garantizar que los sistemas se adhieren a la estrategia de gobernanza del ciberriesgo. Identifique los ciberriesgos emergentes y fomente una cultura abierta en la que los empleados puedan informar sobre posibles riesgos de IA y preocupaciones éticas. Es esencial ser proactivo y adaptable en la gestión del ciberriesgo.

Defender la ciberseguridad responsable respaldando la estrategia de gobernanza del riesgo cibernético de la organización. Abogue por sistemas de información más seguros y explique por qué. Cuando los empleados entienden por qué, es más probable que apoyen el plan. Para ello es fundamental fomentar una estrategia de comunicación eficaz.
Sea abierto sobre las iniciativas de ciberriesgo, los posibles riesgos emergentes y las estrategias de mitigación. Dedique tiempo a comprender los incidentes de ciberriesgo. Asegúrese de que los empleados están formados y saben cómo abordar los riesgos potenciales.
Mantenerse informado de la evolución de la normativa sobre ciberseguridad y aplicarla eficazmente en toda la organización. Asegúrese de que las prácticas de la organización cumplen las leyes pertinentes para evitar daños legales, financieros o de reputación.
¿Desea alinear la gobernanza y la gestión de los riesgos cibernéticos con sus objetivos empresariales?
X-Analytics ayuda a las organizaciones a identificar, comprender y gestionar los riesgos de las tecnologías emergentes proporcionando información en tiempo real para reducirlos. Esto permite a las organizaciones visualizar, limitar y gestionar su exposición empresarial a las amenazas emergentes.
Con funciones clave como la priorización de riesgos y la planificación de escenarios, X-Analytics permite a las organizaciones comprender la exposición de su negocio a los ciberriesgos, estimar el impacto financiero de la gravedad de los ciberriesgos, priorizar las inversiones en ciberseguridad y desarrollar la resistencia frente a las amenazas emergentes.
Con el aumento de amenazas nuevas y en constante evolución, evaluar manualmente los riesgos puede resultar complicado, lo que deja vulnerables a las infraestructuras empresariales. En lugar de reaccionar constantemente y realizar grandes inversiones en múltiples tecnologías costosas para mitigar cada riesgo emergente, invierta en X-Analytics y desarrolle un camino claro hacia un futuro ciberresistente para su empresa. Reserve una demostración con nuestro equipo de expertos.